
Foto: Juan Diego Cano – Presidencia
Intervención del presidente Gustavo Petro en el 80 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Intervención del presidente Gustavo Petro en el 80 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En el 80 periodo de sesiones del organismo multilateral, el jefe de Estado colombiano denunció que la lucha contra el narcotráfico “no mira la droga, mira el poder y la dominación. Por eso hablo ante ustedes como un presidente descertificado por el mismo presidente Trump, sin que él tuviera ningún derecho a hacerlo, ni humano ni divino”.
En su intervención manifestó que la política antidrogas que esgrime Estados Unidos “no es para la salud pública de la sociedad, sino para la política”, y desconoce que en su Gobierno Colombia ha incautado la mayor cantidad de cocaína en su historia y consiguió frenar la tasa de crecimiento de cultivos ilícitos, de 43 % anual a 3 % este año.
Señaló que el gobierno estadounidense quiere “violentar y forzar a decenas de miles de campesinos en el sur del continente y el Caribe”, comunidades que “han masacrado como masacran a los niños en Gaza”, porque “necesitan violencia para dominar a Colombia y América Latina” y no para “detener la cocaína que llega a los Estados Unidos”.
Prueba de ello, añadió, lo muestran los años 2023 y 2024, lapso en el que más cocaína se incautó y más de 700 capos del narcotráfico fueron extraditados a Estados Unidos y Europa “y no tiramos un solo misil ni asesinamos ningún joven”.
Confirmó que en Colombia van 25 mil hectáreas erradicadas voluntariamente, lo cual demuestra el éxito de la nueva política contra las drogas, y agradeció “a los países que nos han ayudado a sembrar paz: Catar, Cuba, México, el Estado del Vaticano, Noruega, Brasil y Venezuela”.
En su gobierno, dijo el presidente Petro, se logró probar que “es más eficaz sustituir voluntariamente los cultivos de hoja de coca que erradicarla forzadamente con glifosato y a la fuerza, sobre los campesinos pobres de Colombia. He cambiado la fracasada y violenta guerra contra las drogas por una eficaz política antinarcotraficante”.
Enfatizó que la política exterior del presidente de Estados Unidos hacia Colombia, Venezuela y el Caribe “no solo es asesorada por colombianos que son aliados políticos de la mafia de la cocaína”, a los que denunció con nombres propios desde el Senado de la República, sino que “quisieran que no fuera presidente y me callara y me silenciara”.
El Gobierno de Estados Unidos, agregó, tampoco quiere que “continúe un nuevo gobierno progresista y por eso me descertifican casi que personalmente, y calumnian a Colombia”. Y tampoco quieren que “se haga luz en la América Latina y llegue de nuevo la hora de los pueblos”.
Anotó que “los jóvenes asesinados con misiles en el Caribe”, así estuvieran a bordo de una lancha con un cargamento ilícito, “no eran narcotraficantes, eran simples jóvenes pobres de la América Latina que no tienen otra opción que la de escapar de la pobreza”.
Advirtió que es probable suponer que quienes viajaban en los barcos bombardeados fueran colombianos, por lo cual, “con el perdón de quienes dominan las Naciones Unidas, debe abrirse proceso penal contra esos funcionarios, que son de Estados Unidos, incluyendo al “funcionario mayor que dio la orden, el presidente Trump, que permitió los disparos de los misiles contra los jóvenes”.
Aclaró que el presidente Trump “lanza misiles sobre lanchas desarmadas de emigrantes y los acusa de narcotraficantes y terroristas sin ellos tener una sola arma para defenderse, cuando los narcotraficantes viven en Nueva York y en Miami, y hacen acuerdos con la DEA, donde les permiten traficar en África, en Europa, Rusia o en China, pero no en Estados Unidos”.
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