El Mono
Arjona de la novela de Diomedes Díaz y El Negro Acosta dos personajes
totalmente distintos
Por Alcibiades Nuñez
Cuando estuve
trabajando en el sector salud en la Junta tuve el gran honor de conocer al
señor Pedro Ángel Acosta, suegro de Diomedes Diaz, padre de Patricia Acosta, a
este señor todos sus paisanos le decían por cariño: El Negro, otros lo apodaban
el Ñego.
Estuve analizando el
personaje de la novela Diomedes Diaz “El Mono Arjona” y me da tristeza al ver
que RCN creo un personaje totalmente opuesto al señor Negro Acosta, ya que el
Mono Arjona interpretado por el actor Hugo Trespalacios, es un hombre, arrogante,
peleonero, busca pleito, prepotente, que anda armado, machista, haciendo
disparos al aire, libertino, creyéndose el más macho del barrio y haciéndose
dueño del mundo.
En cambio El Negro
Acosta, era un hombre honesto, bien educado, decente, que trataba muy bien a su
familia, amigos y vecinos, en pocas palabras era todo un caballero, sabemos que
los libretista y guionistas, recurren a todo tipo de estrategias publicitaria,
como la manipulación ideológica para cambiar y transformar la realidad de los
personajes en la vida real, para vender y comercializar sus novelas y para
tener el mejor rating, recurren a crear estos tipos de personajes conflictivos,
pero que quede claro que son dos personajes opuestos y que no se parecen en
nada, porque una cosa es el personaje real el señor Negro y otro el sr Arjona.
El Negro Acosta, era un
ser muy humano, le gustaba el dialogo, conversaba con todo el que llegara a su
humilde hogar, muy atento, era servidor y siempre estaba de buen humor, nunca
lo llegue a ver con rabia, disgusto o discutiendo con alguien ya que era un
hombre de buen genio, le gustaba dar consejos a todo el que se acercase a él
bien sea porque tenía algún problema o estaba a punto de meterse en uno nuevo,
trataba con decencia a sus semejantes, era muy tierno, jovial, complaciente y
buena gente con su familia y amistades, era un padre ejemplar, él tenía una
meta muy clara con sus hijos él quería que sus hijos tuvieran un porvenir mejor
que el de él, por eso todos estuvieron estudiando en los mejores planteles
educativos de San Juan del Cesar y Valledupar.