Cuando los
destructores matan y van al entierro
Por: Moisés Daza
Mendoza
No solamente
disfrutaron de la destrucción de un escenario de pensamiento, de cultura, de
descanso, de encuentro con personalidades en donde nacieron ideas claves para el
Progreso de San Juan del cesar, sino, que hoy mentes enfermas o llenas de
envidias que hasta afirman o quieren hacer creer que no fue un acto terrorista,
sino una autodestrucción para cobrar un seguro, hasta donde llega el
pensamiento humano de la perversidad,
“matan y van a comer del muerto”
Otros tratan de
minimizarlo como algo de poca monta o pequeña escala, pero hoy fué una casa de
recreación, mañana será una vida, hoy soy yo, y mañana puede ser cualquiera de mis
conciudadanos.
No señores responsables
de tan macabra obra de destrucción, no señores terroristas, para mi desgracia y
la de San Juan del cesar, “El Ubérrimo” no estaba asegurado, porque Jamás pensé
que fueran capaces de destruir semejante obra, no incineraron una “troja”, una
“enrramada” destruyeron un templo para el servicio colectivo, para la
democracia sanjuanera y de la región.
Me resta decirles a los
violentos que “Yo no soy destrucción”, “yo soy progreso“ y lo seguiré siendo
hasta el último día de mi existencia, solo le temo a Dios.
Esta infamia quedará en
la memoria de los sanjuaneros por siempre y yo se los recordaré cada vez que
sea preciso, porque destruir es lo más fácil y ustedes escogieron ese camino
como cobardes que son, sinembargo yo escogí construir y progresar como
sanjuanero de bien, Gracias por que aprendí una vez más, que el camino correcto generalmente es el mas difícil.
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