La conflictiva relación
Periodista – pauta – Gobierno
Por: Hugues Gámez Gámez
La relación periodismo –
pauta publicitaria ha sido permanentemente cuestionada, produce efectos de oposición,
desacuerdos, sobre todo cuando los medios de comunicación pactan o contratan con el sector público, porque a partir de ese momento
la institucionalidad pretende manejar a control remoto la libertad que tiene el
periodista para informar con objetividad, calidad y criterio propio,
olvidándose de que lo pactado fué solo una publicidad que consiste únicamente
en incrementar el consumo de un producto
o servicio, pero pretenden impedir al periodista que se escuchen las voces de la oposición, que
las minorías son minorías y no tienen derechos, es entonces cuando el periodista debe mostrar su personalidad, su
formación como tal y no dejarse arrebatar lo más sagrado que tiene en el ejercicio
de su profesión como lo es la libertad de expresión.
La relación publicitaria
entre el periodista y gobiernos es para el primero un desafío, porque estos procesos entre ambas partes, suelen ser tergiversados por los
gobernantes, quienes en muchos casos insisten en que el periodista deje de velar por el correcto funcionamiento ético de la cosa pública
para favorecer sus intereses y de paso limitar la objetividad y como
consecuencia afectar negativamente la credibilidad del profesional de las
comunicaciones porque en ese sentido y sin remedio esta se desvanece.
La relación – pauta – periodista
– gobernantes, ineludiblemente hay que plantearla desde el punto de vista de la
moralidad, de la ética, más en un ambiente como el nuestro, porque es un ámbito donde después de contratar la publicidad ningún periodista está exento de
conflictos con quien contrata, quien siempre olvida o tiene confusión entre lo
que es publicidad y lo que es el ejercicio incólume del periodismo.
En resumidas cuentas es
imposible tratar de limitar la ética en la actividad periodística, de la manera
que intentan hacerlo muchos gobernantes, porque eso es toxico para los procesos
democráticos y porque el periodista debe ser independiente y además la confianza del pueblo por naturaleza.
“El periodismo es una
maravillosa escuela de vida.”