Policías cobraban a reclusos por permitir fiestas, drogas e ingreso de prostitutas a URI de Valledupar

 

Policías
cobraban a reclusos por permitir fiestas, drogas e ingreso de prostitutas a URI
de Valledupar



Fuente: R S

Los agentes, Sergio
Antonio Mendoza Chiquillo, Ellevis Luis Alarcón Riviera y Edwin Calderón Vargas
en las últimas horas fueron privados de su libertad por hechos relacionados con
corrupción dentro de la Unidad de Reacción Inmediata de Valledupar, ubicada en
el barrio Dangond de la capital del Cesar.

La investigación fue
realizada por la seccional 12 de la Fiscalía desde enero y hasta noviembre de
2020. En el expediente que entregaron los investigadores de la institución
aseguraron que los agentes establecieron la exigencia de dinero a los reclusos
de la URI para garantizarles comodidad en el lugar, sexo entre ellos o
externos, con hombres o mujeres.

Según lo que pudieron
comprobar los investigadores, cuando los reclusos querían tener fiestas y
encuentros sexuales con personas externas, como prostitutas, ellos les ayudaban
a ingresar a estas personas camuflándolas bajo títulos de abogados u otros
reclusos. De la misma forma, los policías se encargaban de ingresar celulares,
licor y drogas para el desarrollo de fiestas.

La directora de
Fiscalías en Cesar, Lucila Vidal Luque, 
explicó que los agentes “exigían sumas de dinero a personas recluidas a
cambio de beneficios como comodidad al interior de la celda, tener relaciones
sexuales entre internos, permitir el ingreso de personas externas, ingreso de
celulares y realización de fiestas privadas”, así lo explicó noticias Caracol.

“También se autorizó el
ingreso de mujeres ajenas a la URI para que sostuvieran sexo con los detenidos
por el término de dos horas y a cambio recibían una suma por una $100.000 y
permitían que las mujeres sostuvieran sexo con los hombres”, agregó el delegado
de la Fiscalía.

La investigación,
además reveló que los sitios donde los policías permitían tener relaciones
sexuales a los reclusos eran los pasillos, oficinas de custodio y también en
las salas de audiencias virtuales; sin embargo, por estas últimas la cuota
subía a $200 mil pesos.

Los delitos por los que
fueron capturados estos agentes contemplan concierto para delinquir, concusión,
cohecho propio, constreñimiento a la prostitución y tortura, ya que, se
descubrió también que a cambio de $300 mil pesos, el agente Sergio Antonio
Mendoza Chiquillo, organizó todo para que un recluso fuera trasladado a una
celda específica y fuera torturado.


Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *