Con el apoyo de AGROSAVIA, los Wayuu comienza a proyectar arreglos silvopastoriles para disminuir las afectaciones por el pastoreo extensivo

 

Con el apoyo
de AGROSAVIA, los Wayuu comienza a proyectar arreglos silvopastoriles para
disminuir las afectaciones por el pastoreo extensiva



Investigadores del Centro de Investigación Motilonia de la
Corporación colombiana de investigación Agropecuaria – AGROSAVIA orientaron un
taller para la construcción participativa sobre el diseño de un arreglo
silvopastoril, como estrategia de uso sostenible de la biodiversidad y
mitigación para las afectaciones producidas por el pastoreo extensivo en el
Parque Nacional Natural La Macuira (PNN La Macuira) en la Alta Guajira, con los
miembros de la comunidad indígena Wayuu.

A este encuentro
comunitario e institucional, en donde se cumplieron todos los protocolos de
bioseguridad que exige la actual pandemia por COVID-19, llegaron 65 personas
aproximadamente entre adultos, jóvenes y niños de la comunidad indígena Wayuu
Jalein, también participaron los técnicos y profesionales guardaparques del PNN
La Macuira, quienes fueron fundamentales para la interpretación de los diálogos
entre los participantes.

El taller se desarrolló
en tres momentos. Inicialmente, se socializó el objetivo y las actividades del
proyecto, donde se resaltó la importancia del convenio entre Patrimonio Natural
Fondo para la Biodiversidad y Áreas Protegidas, Parques Nacionales Naturales de
Colombia – Dirección Territorial Caribe y AGROSAVIA.

El segundo momento
consistió en la explicación y aplicación de la metodología de diagnóstico de
adoptabilidad de la estrategia implementada en el proyecto (arreglo
silvopastoril) que permite realizar una valoración cualitativa y cuantitativa
de la propuesta que se plantea de acuerdo con las necesidades de la comunidad.
Este ejercicio se complementó con entrevistas y charlas con los pastores
encargados de los rebaños, la autoridad tradicional y algunas mujeres,
encuentros que se aprovecharon también para aplicar una encuesta sobre la
identificación y evaluación de servicios ecosistémicos culturales.

El tercer momento,
considerado como uno de los más importantes, fue el compartir con la comunidad
sobre alimentos tradicionales y la resolución de preguntas, con el apoyo de los
intérpretes; este momento es considerado como espacio de aceptación y
concertación de ideales.

Para Cesar Forero,
investigador máster de AGROSAVIA, “la metodología utilizada establece una
evaluación en cinco dimensiones: 1) SUPERIORIDAD, entendida como una fuerte
ventaja comparativa de la recomendación agroforestal sobre la situación
inicial; 2) COMPATIBILIDAD, definida como la recomendación con las
características del productor, del sistema de cultivo donde se implementarán,
con la disponibilidad de recursos; 3) SIMPLICIDAD, en las recomendaciones; 4)
FACTIBILIDAD, establecida como la real posibilidad de implementar o
experimentar la recomendación a baja escala, bajo costo y bajo riesgo; y 5)
OBSERVABILIDAD, definida como la capacidad de visualizar y observar los
resultados de su experimento de adoptabilidad; estos cinco puntos los sugiere
el investigador Eduardo Zamorriba del CATIE”.

Esta evaluación logra
desarrollar un verdadero dialogo entre los técnicos y los productores, en el
caso particular con la comunidad indígena Wayuu del corregimiento de Jalein,
que gracias a visitas actividades realizadas por equipo técnico de PNN y
AGROSAVIA se ha sensibilizado por este tema.

Borish Cuadrado, jefe
del PNN La Macuira, reconoce la importancia del trabajo colaborativo entre las
instituciones y en el mismo sentido afirma la importancia de la comunicación
genuina en este tipo de procesos con comunidades resaltando que “La lengua
wayunaiki es la tradicional y mejor forma de comunicación y concertación con la
comunidad; es allí donde el equipo técnico y operativo que tiene el PNN La
Macuira con personal perteneciente a la etnia wayuu, es fundamental en la
interlocución con la comunidad y por la cual se avanza en el logro gradual de
los objetivos planteados”.

Estos acercamientos le
permiten a la comunidad, generar preguntas y vislumbrar posibles escenarios
frente a la propuesta tecnológica, logrando establecer un juicio de valor que
se representa en una escala de 1 a 5 para cada dimensión. Se plantean algunas
preguntas guía y se califica según percepción de los participantes. Es de
destacar que se ampliaron las respuestas de la comunidad a la dimensión de
género, es decir, la respuesta de los hombres es independiente a la de las
mujeres.

A manera de conclusión,
este tipo de metodologías son fundamentales para lograr la participación y
concertación con las comunidades. Sin embargo, se debe generar desarrollos que
se adapten a los diferentes contextos socioeconómicos y culturales de nuestro
territorio nacional.

Para la investigadora
máster Clara Viviana Rúa, investigadora principal del proyecto “históricamente
la mayor población de ovejas y cabras en Colombia se encuentra precisamente en
la península de La Guajira, en manos de las comunidades indígenas Wayuu, en las
cuales a través del primer trabajo de investigación etnográfica logramos
identificar la importancia de esta cadena productiva desde el punto de vista
sociocultural para el pueblo originario, desde la perspectiva de seguridad
alimentaria, puesto que la carne de chivo y ovejo, la leche de cabra e incluso
su sangre y vísceras, hacen parte de la dieta alimenticia de los Wayuu”.

Queda entonces para el
equipo de investigación en pequeños rumiantes de AGROSAVIA del Centro de
Investigación Motilonia el reto continuar promoviendo trabajos de investigación
y transferencia de conocimientos con las comunidades indígenas wayuu, en la
región del Caribe seco, como una forma de contribuir el mejoramiento de sus
sistemas productivos y de subsistencia.

Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *