Hipertensión
La hipertensión (o
tensión arterial alta) es un trastorno grave que incrementa de manera
significativa el riesgo de sufrir cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y
otras enfermedades.
Se estima que en el
mundo hay 1130 millones de personas con hipertensión, y la mayoría de ellas
(cerca de dos tercios) vive en países de ingresos bajos y medianos.
Apenas una de cada
cinco personas hipertensas tiene controlado el problema.
La hipertensión es una
de las causas principales de muerte prematura en el mundo.
Una de las metas
mundiales para las enfermedades no transmisibles es reducir la prevalencia de
la hipertensión en un 25% en 2025 (con respecto a los valores de referencia de
2010).
¿Qué es la hipertensión?
La tensión arterial es
la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, que son
grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo. Se considera que
la persona presenta hipertensión cuando su tensión arterial es demasiado
elevada.
De la tensión arterial
se dan dos valores: el primero es la tensión sistólica y corresponde al momento
en que el corazón se contrae o late, mientras que el segundo, la tensión
diastólica, representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se
relaja entre un latido y otro.
Para establecer el
diagnóstico de hipertensión se han de tomar mediciones dos días distintos y en
ambas lecturas la tensión sistólica ha de ser superior o igual a 140 mmHg y la
diastólica superior o igual a 90 mmHg.
¿Cuáles son los factores de riesgo de presentar hipertensión?
Entre los factores de
riesgo modificables figuran las dietas malsanas (consumo excesivo de sal,
dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de
frutas y verduras), la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el
sobrepeso o la obesidad.
Por otro lado, existen
factores de riesgo no modificables, como los antecedentes familiares de
hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras
enfermedades, como diabetes o nefropatías.
¿Cuáles son los síntomas frecuentes de la hipertensión?
La mayoría de personas
hipertensas ignoran que lo son, pues la enfermedad no siempre va acompañada de
síntomas o signos de alerta, por lo que se dice que mata silenciosamente. Por
tanto, es muy importante medir la tensión arterial periódicamente.
Pueden presentarse
síntomas como cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco
irregular, alteraciones visuales y acúfenos. La hipertensión grave puede
provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y
temblores musculares.
La única manera de
detectar la hipertensión es recurrir a un profesional sanitario para que mida
nuestra tensión arterial. Se trata de un proceso rápido e indoloro que también
podemos hacer nosotros mismos con un aparato automático, si bien es importante
que un profesional valore el riesgo existente y los trastornos asociados.
¿Cuáles son las complicaciones de la hipertensión no controlada?
Entre otras
complicaciones, la hipertensión puede producir daños cardiacos graves. El
exceso de presión puede endurecer las arterias, con lo que se reducirá el flujo
de sangre y oxígeno que llega al corazón. El aumento de la presión y la
reducción del flujo sanguíneo pueden causar:
Dolor torácico (angina
de pecho).
Infarto de miocardio,
que se produce cuando se obstruye el flujo de sangre que llega al corazón y las
células del músculo cardiaco mueren debido a la falta de oxígeno. Cuanto mayor
sea la duración de la obstrucción, más importantes serán los daños que sufra el
corazón.
Insuficiencia cardiaca,
que se produce cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre y oxígeno a
otros órganos vitales.
Ritmo cardiaco
irregular, que puede conllevar la muerte súbita.
La hipertensión puede
también causar la obstrucción o la rotura de las arterias que llevan la sangre
y el oxígeno al cerebro, lo que provocaría un accidente cerebrovascular.
Asimismo, puede causar
daños renales que generen una insuficiencia renal.
¿Por qué la hipertensión es un
problema importante en los países de ingresos bajos y medianos?
La prevalencia de la
hipertensión es distinta en función de la región y de la categoría del país,
según su nivel de ingresos. La prevalencia más elevada corresponde a la Región
de África de la OMS (27%), mientras que la más baja es la de la Región de las
Américas (18%).
El número de adultos
con hipertensión pasó de 594 millones en 1975 a 1130 millones en 2015. El
incremento se observó especialmente en los países de ingresos bajos y medianos,
lo que se explica principalmente por el aumento de los factores de riesgo en
esas poblaciones.
¿Cómo puede reducirse la carga de la hipertensión?
Reducir la hipertensión
previene infartos, accidentes cerebrovasculares y daños renales, además de
otros problemas de salud.
Prevención
Reducir la ingesta de
sal (a menos de 5 g diarios)
Consumir más frutas y
verduras
Realizar actividad
física con regularidad
No consumir tabaco
Reducir el consumo de
alcohol
Limitar la ingesta de
alimentos ricos en grasas saturadas
Eliminar/reducir las
grasas trans de la dieta
Control
Reducir y gestionar el
estrés
Medir periódicamente la
tensión arterial
Tratar la hipertensión
Tratar otros trastornos
que pueda presentar la persona
Respuesta de
la OMS
La Organización Mundial
de la Salud (OMS) ayuda a los países a reducir la hipertensión como problema de
salud pública.
Para ayudar a los
gobiernos a reforzar la prevención y el control de las enfermedades
cardiovasculares, la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos lanzaron en septiembre de 2016 la
iniciativa Global Hearts, que incluye el paquete técnico HEARTS. Los seis
módulos de este paquete (asesoramiento sobre estilos de vida saludables,
protocolos de tratamiento basados en datos objetivos, acceso a las tecnologías
y medicamentos esenciales, gestión basada en los riesgos, atención en equipo y
sistemas de seguimiento) constituyen un enfoque estratégico para mejorar la
salud cardiovascular en todo el mundo.