Por: Hugues Gámez Gámez
La reconfiguración de alianzas políticas en san juan del cesar y en la guajira cambian con mucha fluidez.
La Guajira es una región donde las alianzas políticas cambian con mucha fluidez, en municipios como San Juan del Cesar, los liderazgos locales, las familias tradicionales, exalcaldes, dirigentes comunitarios y nuevos protagonistas del ambiente político, buscan acuerdos que les permitan influir en las próximas elecciones de Cámara y Senado.
Sin lugar a dudas y conociendo la idiosincrasia nuestra, estas alianzas suelen moverse por muchos factores como relaciones de orden familiares y sociales, la capacidad de movilizar una determinada votación urbana y rural que pueda tener un grupo político, los entendimientos programáticos con líderes indígenas y campesinos, también el interés por representación en Bogotá para gestionar recursos.
También es cierto que existe la fragmentación del voto, porque si hay un rasgo histórico en el departamento de la guajira es la división del electorado, a lo largo y ancho del territorio, estos factores obedecen especialmente a la multiplicidad de candidaturas, lo que genera lógicamente una competencia entre diversos grupos políticos, la ausencia de un proyecto de carácter regional que contemple un apoyo unificado y la ansiedad personal o grupal de ser el dueño del poder.
Han surgido últimamente pocos movimientos ciudadanos que atraen voto independiente, esto es razonable y democrático, pero es poco lo que pueden hacer cuando se enfrentan al poder económico porque la mentalidad del elector sigue siendo moldeada por los gamonales tradicionales, lamentablemente eso no ha cambiado, amén del discurso educativo que ha implantado el señor presidente de la republica desde el año 202,que esperamos que haya hecho un efecto progresivo para el bien de la guajira y los colombianos en general.
La distribución de voto entre gran cantidad de aspirantes sobre todo al senado de la república, provoca que el voto termine siendo en muchas ocasiones totalmente inútil para el departamento, situación atribuida a la clase política dominante, si porque el voto en el departamento de la guajira y particularmente en san juan del cesar, sigue siendo manipulado por quienes mayores cantidades de dinero inviertan y en esas condiciones el pez grande se come al pequeño. En síntesis, son electorados influenciables, casi nunca dependen de su convicción ideológica.
El joven elector, especialmente, presiona por una política más clara, concreta y menos clientelista, pero los problemas en la guajira siguen siendo los mismos de siempre, la no gestión real en agua, salud y educación, transparencia a medias en el manejo de recursos, desempleo creciente y sin respuestas positivas a problemas de seguridad.