
“El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”
Por: Hugues Gámez Gámez
Nada diferente a los presagios, a los prejuzgamientos, de principio a fin de este primer semestre, mucha concordancia entre los prejuicios y la realidad del gobierno “El momento es ahora” tibio, sin productividad, sin nada que signifique desarrollo para el municipio, ante esta situación han recurrido a un discurso persuasivo, que a la larga lo que ha generado es ambivalencia, desconcierto,duda,ambigüedad, como los pastores con la biblia debajo del brazo pero que nadie les cree, de tal manera que el pueblo se siente pesimista, esperando que llueva desarrollo para calmar su decepción pero las nubes están vacías.
No soy pesimista, soy un optimista bien informado, de hecho, el único punto de vista desde el que nunca la ciudadanía se sentirá decepcionada, es en la organización de las distintas festividades culturales que muestran al municipio ante el país, el gozo, la diversión han sido la mayor fortaleza, el mejor logro posible y este gobierno está encantado con lo que han hecho en ese sentido.
Yo no me considero un pesimista, pero creo que el embate de la inseguridad ciudadana ha sido tan vertiginoso, que trasladarse de un lugar a otro en san juan del cesar, causa en el ciudadano mucho temor, por los atracos personalizados y a residencias, su crecimiento día a día es decepcionante, pavoroso, sin ser necesario relacionar el rosario de acontecimientos contra la gente de bien que se registraron en el primer semestre de gobierno.
La grandeza y elevación de ánimo del señor alcalde y su gabinete, es la única salida al progreso, el desarrollo de san juan del cesar no depende de una sorpresa, de un chiripazo sino de la capacidad de gestión de quienes están al comando de la administración municipal, a esta altura del tiempo no es a priori cavilar sobre la restructuración del equipo de apoyo, algunos no están mostrando la eficiencia ideal en su desempeño, esa puede ser una de las causas de la improductividad de este gobierno, si el jefe piensa que algo es imposible, él mismo lo hará imposible, recuerde que no se puede vivir de forma negativa, simplemente cambia para que haya algo positivo.
Hay tiempo para recomponer las cosas, el desánimo nunca ganó ninguna batalla, hay que transformar las dificultades en oportunidades, hay que acelerar y moverse hacia el progreso, no se puede quedar este gobierno en un punto muerto, los gobernados esperan, que haya correlación entre el discurso de campaña y y el desempeño del gobierno “El momento es ahora”
Lo antes descrito ha generado una incredulidad entre los sanjuaneros respecto al gobierno municipal, hay que dinamizar las estructuras internas, todavía hay tiempo para creer que todo tiene arreglo, lo inadmisible es no intentarlo, todo desastre crea una oportunidad, un mal inicio no puede debilitar a un gobierno y ver todas las cosas desde un velo negro, el pundonor crea sus propios horizontes y evita ver el cielo nublado, la voluntad y la esperanza son signos de optimismo, las dificultades de un gobierno empiezan cuando trata de hacer lo que quiere, el mérito de todas las cosas radica en su dificultad y las dificultades son inevitables en un mandato, de manera que todavía hay tiempo para recomponer las cosas