Por: Hugues Gámez Gámez
La creciente ola de abigeato tiene en jaque a los ganaderos del municipio de San Juan del Cesar, quienes denuncian pérdidas constantes y una sensación de impotencia ante la falta de control y acciones efectivas por parte de las autoridades, en lo corrido del ultimo semestre han hurtado aproximadamente 60 reses.
En las veredas del sur del municipio, los casos de robo de ganado se han vuelto frecuentes. Según productores consultados, las bandas dedicadas al hurto de reses actúan principalmente en horas de la noche, aprovechando la soledad de los potreros y la escasa vigilancia policial en las zonas rurales.
“Nos sentimos abandonados. En lo que va del año me han robado más de seis animales, y nadie responde”, expresó un ganadero de la zona, quien pidió reservar su nombre por seguridad.
Los ganaderos aseguran que el abigeato no solo afecta su economía, sino también la confianza y la estabilidad del sector pecuario local. Muchos pequeños productores han optado por reducir sus hatos o abandonar la actividad, ante el temor de seguir siendo víctimas.
Por su parte, voceros del gremio ganadero hicieron un llamado urgente a las autoridades municipales y departamentales para reforzar los patrullajes rurales, activar los puestos de control y aplicar sanciones ejemplares a los responsables de estos delitos.
El abigeato, más que un simple robo, se ha convertido en un flagelo que amenaza la seguridad alimentaria y el sustento de decenas de familias que viven de la ganadería en el municipio. Los productores esperan que el problema sea asumido con la seriedad que merece, antes de que la situación se torne insostenible.
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