
Hernán Baquero Bracho
Indiscutiblemente Jorge Oñate González se convirtió en leyenda de nuestra música vallenata con su canto inmortal que esculpió para siempre como el primer tenor barítono que ha tenido el vallenato en su historia musical. Jorge Oñate no morirá por siempre porque la mejor voz libra por libra que ha tenido nuestra música vernácula, será siempre un icono que muy lejos muy lejos se oirá en lontananza. El mundo vallenato continúa acongojado, nostálgico y lloroso por su partida por ese mortal virus que afectó a la humanidad desde año 2020. Un 28 de febrero de 2021 parte a la eternidad en la ciudad de Medellin.Jorge Oñate la figura quimera del canto sentimental, del cariño de su pueblo La Paz y que trascendió todas las fronteras patrias, hasta la llanura de la Orinoquia y más allá en el norte de América, se oirá por siempre al mejor cantante de todos los tiempos.
Por ello la Fundación de La Leyenda Vallenata en su 55 versión le rindió un homenaje más que merecido a Jorge Oñate, la leyenda de nuestra música en todo su historial de vida artística homenaje que La Fundación le iba hacer en la 53 versión, pero por la pandemia no se pudo. Que vaina con ese virus que se lo llevó y no pudo ver él toda la grandeza de su historia musical en este homenaje del año 2022. Homenaje que llegó hasta el cielo infinito de lo que fue su vida terrenal como el gran artista que le aportó tanto a través de su canto inmortal a los amantes del vallenato que se internacionalizó en todas las esferas del mundo y gracias de manera especial de La Fundación de La Leyenda Vallenata que, con Consuelo Araujo Noguera, la inmortal “Cacica” por siempre.
Hay recuerdos que perduran para siempre de Jorge Oñate.Como cuando la academia de los grammy latino lo distinguió como una de las mejores voces o cuando el artista mexicano Antonio Aguilar en un concierto en la plaza de toros de Tunja lo llamó en el centro y pidió un fuerte aplauso por este gran cantante o cuando grabó en 1975 con Emilianito Zuleta el long play ” La parranda y la Mujer” del inmortal Poncho Cotes Jr que fue todo un éxito y son tantos buenos recuerdos que dos cuartillas quedan cortas para contarselas a mis lectores.
En el año de 1970 en la tercera versión del Festival de La Leyenda Vallenata irrumpe tocando la guacharaca con su canto que ya trinaba como los mejores jilgueros de la naturaleza y se confundía con los ruiseñores que cantaba en las sábanas de Valledupar, presentándose en el concurso de acordeón profesional acompañando a Emilianito Zuleta Díaz – quien en 1969 se alzó como primer rey aficionado del festival vallenato – donde Emilianito ocupó el tercer lugar. En 1972 también en la guacharaca acompaña a Miguel López quienes eran los artistas más sonados del momento y se lleva la corona, que era el conjunto más exitoso de la música vallenata. Años más tardes en 1992 acompaña al hijo de Miguel López, Alvarito quien se corona como rey vallenato y que era también la sensación en el canto en el acordeón no solo a nivel regional sino nacional.
Jorge Oñate se convirtió en la buena estrella para sus acordeoneros. Fue así como ganó con Miguel López, Alvarito López, “Chiche” Martínez, Fernando Rangel y Cristian Camilo Peña. Oñate era un defensor acérrimo de la música vallenata. A sus compañeros siempre los trataba bien, les compensaba bien su trabajo. Para él sus músicos eran también sus estrellas, así me lo manifestaba hace algunos días Fred Quintero, quien fue su corista por muchos años y una de las mejores primeras voces del vallenato. Fred siempre lo recuerda en las tertulias parranderas que hacemos en su residencia y para honrar su memoria escuchamos sus éxitos musicales y sus anécdotas que son bastante y bien jocosas, en especial entre Oñate y Diomedes.
Uno de los momentos más sublimes de Jorge Oñate fue cuando contrajo matrimonio con su paisana Nancy Zuleta, su grande amor, su compañera sin par. Esto ocurrió en el año de 1974 y desde ese momento Nancy fue su asesora de imagen y lo acompañaba en todas sus presentaciones musicales, ganándose con derecho propio el título de “La patrona”.Su patrona por siempre en esta vida y en la otra.
Que hermoso lo que inspiraba este hombre unamuniano de carne y hueso que no solo cosechó triunfos con su canto inmortal, sino que cosechó miles de amigos y de compadres. Con sus colegas artistas siempre en los momentos más difíciles, Oñate se hacía presente para darle el último adiós a un colega en el canto o en los arreglos musicales.Han paasado cuatro años de su partida terrenal y definitivamente su canto trascenderá para toda la vida.Los que fuimos sus seguidores y sus amigos siempre lo recordaremos como el mejor cantante que ha tenido la música vallenata.