
Por: Luis Horgelys Brito Ariza, Abogado, Defensor de los Servicios Públicos Domiciliarios, Activista Social y Veedor ciudadano.
La reciente publicación en la plataforma SECOP II de un contrato por valor de $489,684,717 para el “apoyo logístico en eventos culturales y tradicionales” dentro del marco de los carnavales ha generado una ola de cuestionamientos en la comunidad. En un municipio de 6 categoría, donde persisten graves deficiencias en servicios públicos, salud, educación e infraestructura, la asignación de casi quinientos millones de pesos a festividades plantea serias dudas sobre las prioridades de la administración municipal.
Es innegable que la cultura y las tradiciones juegan un papel fundamental en la identidad de San Juan del Cesar. No obstante, la magnitud de este gasto en un evento efímero debe ser analizada con rigor, especialmente, barrios enteros padecen cortes de agua, las vías están en deterioro, barrios sin alcantarillado ¿Es realmente justificable esta inversión en un contexto de necesidades básicas insatisfechas?
Una administración desconectada de la realidad
El alcalde electo ha desestimado las críticas argumentando que su gestión no se limita a la “farándula”. Sin embargo, la falta de un plan claro para atender las necesidades urgentes del municipio refuerza la percepción de que la administración actual está desconectada de la realidad que enfrentan los sanjuaneros. La ciudadanía no está en contra de la cultura ni de las festividades, pero sí exige que los recursos públicos se administren con sensatez y responsabilidad.
En una sociedad donde la desigualdad es evidente, los mandatarios tienen el deber moral y legal de garantizar que el dinero del erario se destine, en primer lugar, a lo esencial: servicios básicos dignos, seguridad, salud y educación de calidad. Cualquier otra inversión, por válida que sea, debe ajustarse a las prioridades reales del municipio.
La transparencia: un deber ineludible
Frente a este gasto exorbitante, exigimos transparencia total. ¿Cómo se llegó a esta cifra? ¿Qué rubros específicos contemplan este contrato? ¿Existe una evaluación del impacto económico y social de esta inversión? La comunidad sanjuanera tiene derecho a conocer en detalle el destino de cada peso y asegurarse de que no haya despilfarro ni irregularidades en la ejecución del contrato.
Como veedor ciudadano y defensor de los servicios públicos domiciliarios, me comprometo a hacer un seguimiento riguroso de este contrato, verificando que los recursos se usen de manera eficiente y sin sobrecostos. Además, insto a los organismos de control a supervisar y auditar este gasto con el rigor que demanda la situación.
El verdadero deber de un gobernante
Un gobierno no se elige para organizar fiestas, sino para garantizar el bienestar de su pueblo. La celebración de los carnavales, aunque valiosa en términos culturales, no puede estar por encima de las necesidades más urgentes de la población. La administración municipal debe demostrar que su prioridad es el desarrollo de San Juan del Cesar y no la ostentación momentánea de eventos festivos.
Es hora de exigir responsabilidad, sensatez y un uso más equitativo de los recursos públicos. Los sanjuaneros merecen más que promesas y espectáculos: merecen un gobierno que ponga el bienestar colectivo por encima de la vanidad política.