Foto: Andrea Puentes – Presidencia
El jefe del Estado habló con el medio europeo, además, de los retos que enfrenta su gobierno y de su visión sobre la situación política en Venezuela, así como de la voz que ha podido hacer llegar en escenarios internacionales en relación con la paz mundial y con la necesidad de un cambio en las políticas globales frente a la droga.
El presidente Gustavo Petro concedió una entrevista al diario francés Le Monde, publicada este jueves, en la cual resaltó lo que más le satisface de estos dos años de su gobierno: “sin duda, la reducción de la pobreza”, respondió.
El mandatario sostuvo en este sentido que “después de un fuerte aumento debido a la crisis del Covid-19, nuestras políticas han permitido sacar a 1,6 millones de personas de la pobreza en 2023, en comparación con 2022, lo que representa un 10% menos de pobreza”.
El Presidente también se refirió a los obstáculos que ha tenido su gobierno para acercarse a la Paz Total y reconoció la poca voluntad política de algunos sectores para permitir que se acelere la reforma agraria en el país. Esto por cuanto, explicó: “Colombia ha vivido durante cinco siglos bajo un sistema feudal de la tierra y es uno de los países más desiguales del mundo, especialmente en las zonas rurales”.
Sobre la entrega de tierras, derivada del Acuerdo de Paz y considerada como una de las prioridades de su gobierno dijo que, a pesar de haber logrado mayores entregas que todos los gobiernos pasados juntos, después de la firma del Acuerdo en 2016, no se avanza con la rapidez que se requiere.
“Tanto el Congreso como el poder judicial nos impiden legalmente democratizar la tierra y nos impiden, como se hace en todo el mundo, por ejemplo, para construir una carretera, realizar expropiaciones a cambio de indemnizaciones”. Agregó que, tal y como se ha venido haciendo, “todas las tierras que hemos entregado a los campesinos las hemos comprado”.
El presidente Gustavo Petro durante la entrevista con la periodista Angeline Montoya, del diario Le Monde.
Venezuela
Interrogado sobre su visión frente a la situación actual en Venezuela, en torno a las elecciones presidenciales, recordó la posición que ha adoptado el país, pidiendo mesura hasta que no se termine por completo el proceso electoral, con un recuento transparente de los votos y de las actas, bajo control internacional.
“Estamos en contacto permanente con todos los sectores de Venezuela para garantizar lo mejor para el futuro de los venezolanos, y confiamos en que todos los actores políticos respetarán la decisión final del pueblo”, manifestó el jefe del Estado.
Política de drogas
En cuanto a la fallida lucha internacional contra las drogas sostuvo: “Ya no se trata solo de un problema colombiano, sino mundial. La prohibición de la cocaína en el mundo tiene efectos devastadores en América del Sur. Un millón de latinoamericanos han muerto en la guerra contra el narcotráfico, la mayoría en Colombia. Ahora, las mafias crecen en Europa, con un poder desestabilizador y violento que apenas comienza”.
Al desarrollar esta idea sostuvo que “el consumo de drogas podría perfectamente ser regulado, con una política de prevención fuerte que costaría mucho menos que lo que se gasta en una guerra mortal en nuestro continente”.
Explicó que “la cocaína ya no se fabrica en Colombia, se fabrica en España, en Bélgica, en Francia. Las cadenas clandestinas de comercialización podrán destruir los poderes locales allí, corrompiéndolos, como ha ocurrido en México o en Colombia”, y agregó: “si quiero la paz total en el mundo, debo dirigirme al mundo”.
Líder de paz
Sobre su papel como vocero en diferentes escenarios internacionales, en donde el mandatario ha llevado temas de interés global, como el cambio climático y la paz del mundo, planteó su posición sobre los conflictos actuales en Europa y Medio Oriente.
“Creo que la invasión rusa de Ucrania debería ser considerada un crimen de guerra. Pero cuando se trató de incluir el crimen de agresión en el estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, fue bloqueado por las grandes potencias mundiales. Así, no es posible calificar como crimen de agresión ni la intervención en Irak, ni los bombardeos sobre Gaza, ni la invasión rusa en Ucrania, aunque debería serlo”.
Asamblea Constituyente
Finalmente, al ser cuestionado sobre su idea de una Asamblea Constituyente, el mandatario contestó: “Cuando la Constitución fue reformada en 1991, algunos aspectos no pudieron ser tratados. Por ejemplo, es necesario aislar la vida política del financiamiento privado, porque así es como el narcotráfico se infiltra en el poder”.
Y concluyó”. “Hace 33 años, aún no se hablaba de la crisis climática El poder constitucional colombiano tiene el deber de examinar cómo salir de medio siglo de economía petrolera y carbonera para pasar a una economía productiva que nos permita vivir en nuestro propio país, de manera pacífica y democrática”.