El presidente Gustavo Petro y el director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, visitarán este sábado la comunidad Parenska 1, en Manaure, donde avanza el componente de seguridad alimentaria, de Misión La Guajira.
Esta iniciativa se implementa en 74 comunidades wayuu y cuenta con una inversión que supera los $3.800 millones, para atender a cerca de 2.450 hogares.
El director general de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, presentará este sábado los avances alcanzados en materia de seguridad alimentaria para comunidades wayuu de La Guajira, en el marco de la visita que el presidente Gustavo Petro realiza al departamento.
En diciembre pasado comenzó Misión La Guajira, iniciativa del Gobierno del presidente Gustavo Petro, que articula esfuerzos públicos y privados, para llevar soluciones reales y sostenibles a las necesidades básicas insatisfechas de esta población, una de ellas, mitigar el hambre.
Cerca de 2.450 hogares de 74 comunidades del municipio de Manaure, están siendo beneficiados con la instalación de unidades de producción de alimentos para autoconsumo y el manejo de excedentes de producción, para contribuir a la seguridad alimentaria, generar estilos de vida saludable e incrementar los ingresos de cada hogar.
El proyecto, que cuenta con una inversión que supera los 3.800 millones de pesos, incluye la entrega de insumos, el montaje de las unidades (huertas), implementar sistemas de riego artesanal y realizar el mantenimiento de la siembra, aportando al fortalecimiento de capacidades y de la gobernanza local.
El jefe de Estado, en compañía del director de Prosperidad Social, visitará la comunidad de Parenska 1, que ya cuenta con el montaje de la unidad de producción de alimentos para el autoconsumo, aplicando la práctica RIE, que consiste en rotar, intercalar y escalonar la siembra para contar con alimentos permanentemente.
El componente de seguridad alimentaria, en el marco de Misión La Guajira, continúa con el proceso de acompañamiento y seguimiento a las comunidades, para el manejo de las unidades y para que los hogares apropien las buenas prácticas promovidas dentro del proyecto.
El trabajo comunitario, además de suplir una necesidad elemental, convierte a las unidades en elementos transformadores e integradores de la comunidad.
