
Por: Hugues Gámez Gámez
Luis Gómez Pimienta, quien fué en este gobierno gerente especial para la guajira, le había expresado su inmensa preocupación al presidente de la republica por la manera como se estaban manejando los recursos en el departamento, la posibilidad de que existiera el delito de malversación de fondos o desfalco, con relación a la compra de carrotanques para cubrir las necesidades de agua potable.
Gómez Pimienta dijo ante los medios de comunicación que las mismas comunidades wayúu también le hicieron la observación al presidente Petro sobre los riesgos de corrupción en cuanto a las ollas comunitarias, pues estas según venían siendo administradas por dirigentes políticos de administraciones pasadas.
“El presidente recibió una queja de una wayuu a propósito de las ollas comunitarias; que los dineros se les estaban entregando a los mismos corruptos de siempre y el presidente fue enfático en que la operación de las ollas comunitarias debía ser directamente con las comunidades organizadas”, manifestó
También dijo Gómez Pimienta que “Para la intervención humanitaria no iba a haber participación ni de las alcaldías ni del departamento, sin embargo, el director de la UNGRD decidió que era mejor para el desarrollo de los programas, entonces, sí hubo desobediencia”.
Luis Gómez Pimienta terminó diciendo que “Con la venia del presidente se dijo de entregarle cinco carro tanques a cada uno de los municipios accionados, es decir, a Riohacha, Uribia, Manaure y Maicao, pero de pronto desde Bogotá hubo un salto y asignaron 25 carrotanques más a Uribia y 20 más después, entonces esa eran decisiones de la dirección”.



