
La Corte Suprema de Justicia reformó la Constitución Nacional y la ley mediante un vulgar y acomodaticio reglamento, para darle el carácter de secreto al detalle de las votaciones que ha hecho para escoger, o no, Fiscal General, lo que debe y tiene que ser absolutamente público y transparente.
Mediante esa tinterillada, la Corte esa me negó acceder a las actas de las dos últimas votaciones, en las que consta cuáles son los 10 magistrados que votan ilícita y secretamente en blanco para favorecer así, entre otras cosas, la permanencia de amigos, parientes y amantes en la Fiscalía general de Colombia, los que serán botados a la calle o degradados por Martha Mancera si osan elegir pronta, limpia y decentemente, lo que implicará la salida de ella, a quien nadie ha elegido.
En esas actas se puede ver quién votó por quién o en blanco y así contrastar cómo lo hicieron los desvergonzados y desvergonzadas que tienen parientes, amantes y socios pelechando en la corrupta Fiscalía, la banda criminal más peligrosa de Colombia.



