José Luis Gámez Orozco, un líder sindical y comunitario Sanjuanero.

 

José Luis Gámez Orozco, un líder sindical y
comunitario Sanjuanero.

Por: Alcibiades Nuñez

Este 25 de noviembre se cumplen 12 años de la partida de José Luis Gámez
Orozco, quien falleció en la clínica de la costa en Barranquilla, a causa de
una isquemia cerebral, sus familiares y amigos aun lo recuerdan con mucha
nostalgia y tristeza, ese día fue fatal y trágico para la familia Gámez Orozco.

Hoy quiero rendirle un merecido homenaje póstumo a la memoria de mi primo
José Luis, que fue un líder que perteneció al parnaso de los grandes hombres
sanjuaneros.

Cuando lo conocí por primera vez fue en el campo de fútbol del colegio
del profesor Carlos Ariza “pelongo”, en ese entonces se desempeñaba
como arquero del equipo de fútbol del Colegio San Juan Bautista, era uno de los
mejores arqueros de San Juan del Cesar, ya que lo demostraba siempre que había
encuentros futbolísticos, él era un gran guardameta, atrapaba con facilidad la
pelota en movimiento, tanto así que estas cualidades lo llevaron a ganarse el
apodo de ´Gata Puta’.

Recordar 12 años después de su muerte a este gran Sanjuanero, quien se
destacó en la multinacional Intercor, donde aprendió a operar camiones y
maquinarias pesadas, como líder innato dejaba su impronta personal en todas las
actividades minera y sindical que realizaba, todo lo anterior nos permiten aún
conmemorar la grandeza de su talento, tenía una gran capacidad de liderazgo y
de convencimiento, era un experto en resolución de conflictos laborales ya que
conocía muchas leyes Colombianas como el código laboral, Código sustantivo del
Trabajo, Código de Minas, Manual de Operaciones, de Funciones y de
procedimientos de Intercor, y siempre defendía a capa y espada a los
trabajadores, debido a su experiencia y conocimiento, fue elegido para integrar
la junta principal del sindicato por sus compañeros asociados a Sintra carbón,
allí formó parte de la comisión negociadora entre el sindicato y la empresa
carbonera, donde realizó grandes debates y logros en favor de la clase obrera;
en las diferentes actuaciones en la Junta del sindicato, consiguió mejoras en
los salarios, primas, cesantías, vacaciones, viáticos, horas extras,
dominicales y festivos, uniformes, alimentación, permisos sindicales, educación
para los obreros y sus familiares entre otros.

Esta actividad sindical y su carácter fuerte y firme a favor de los
intereses de los obreros mineros lo llevaron a preferir la renuncia en el
complejo carbonífero antes que entregar o vender el pliego de peticiones y la
convención colectiva.

Era un ser humano emprendedor, lo que se proponía lo conseguía, fue un
ejemplo para los sanjuaneros y los guajiros. Era una persona desinteresada que
buscaba el bienestar de sus amigos, sus vecinos, sus familiares, él se trazaba
muchas metas, por ejemplo, se propuso servirle a la comunidad sanjuanera y es
así como fue elegido en varias ocasiones veedor ciudadano de la Alcaldía
Municipal, del Infotep, de los servicios públicos, del Seguro Social, del
Régimen Subsidiado y de la gestión pública administrativa del Hospital Regional
San Rafael de San Juan del Cesar.

Recuerdo que José Luis jugaba fútbol en el equipo de San Juan del Cesar
con los amigos Rafael Fernando Daza (Petende) QEPD, Juan Bautista Gámez
(Moncada), Vicencio José García, Luis Enrique Diaz (Jike), Mauricio Mendoza (La
Yile), Jorge Alberto Daza (Jopeto), Álvaro Frías (Molía), Wilmer Frías, Pedro
Orozco (Pedrito), Enrique Orozco, José Domingo Gámez (Mingo), José Alberto
Gámez y Rafael Mendoza (Morrocón) entre otros.

Aquel 25 de noviembre de 2011, marcó nuestras vidas para siempre, porque
ese día tan difícil y oscuro, no solamente lloró Ana Teresa Orozco, a su hijo,
ni Doris Meléndez, a su esposo, ni Juan Bautista (Moncada), Gloria Lucía,
Enrique David (Kikeo), Arístides Alberto, Leicy Esther y Hernán Alcides, a su
hermano, ni José Luis, y Virginia, a su padre, sino que todos los empleados de
Intercor en San Juan se vistieron de duelo y en el pueblo sanjuanero lloró
hasta el firmamento.

La familia Gámez Orozco sus amigos, vecinos y familiares lo despidieran
en medio del llanto, la nostalgia, la agonía y la tribulación, nos mostraron el
excelente y admirable ser humano que habíamos perdido.

 

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