¿Por qué el río ranchería aumenta su caudal a su
paso por cerrejón?
El caudal del río Ranchería ha aumentado en un 39%, en
promedio, durante los últimos siete años a su paso por Cerrejón, según los
datos de dos estaciones de monitoreo del Instituto Hidrología, Meteorología y
Estudios Ambientales (IDEAM) ubicadas a la entrada a la mina. Los datos de las
estaciones permiten determinar el comportamiento del río a su paso por la
operación y es información pública al alcance de todos.
¿Cómo se logra este resultado? Este se logra gracias a que
Cerrejón no utiliza agua del río ni de arroyos para sus actividades de
extracción de carbón y, al mismo tiempo, ha venido aplicando actividades de
manejo de cuencas, siembra y cosecha de agua y reforestación realizadas de la
mano de las comunidades en los arroyos que interactúan con la operación.
Para la protección de los arroyos que alimentan el caudal del
río Ranchería, Cerrejón trabaja con asociaciones comunitarias, como ALCEBA,
AGUAPACEBA, AWAVICHOR y Provincial, y con organizaciones indígenas y campesinas
de la zona rural de Albania, Barrancas y Hatonuevo. Con ellas, se realizan
actividades de siembra y conservación de más de 2.500 hectáreas de las rondas
hídricas del río Ranchería y de los arroyos Palomino, Paladines, Cerrejón,
Aguasblancas, Tabaco, Caurina y el Bruno.
Dentro de las actividades de conservación, se destaca la
veeduría ambiental por parte de miembros de las comunidades. Carmen Herrera,
veedora de la comunidad de Campo Herrera en el arroyo Bruno, manifiesta: “mi
trabajo es ir, cerciorarme, verificar y hacerle seguimiento a los monitoreos
que se realizan para que, cuando la comunidad lo requiera, facilitarles
información de qué es lo que se está realizando y qué está sucediendo con el
arroyo Bruno. En estos momentos se encuentra con su caudal totalmente conectado
con el río Ranchería, tiene suficiente material rocoso, el cual el mismo arroyo
ha estado estableciendo a su acomodo, y se han observado plántulas en germinación en la orilla y en las paredes del
arroyo. Además, se han observado, de igual manera, huellas de distintos
animales, como mapaches, zorros, entre otros”.
De otra parte, para incrementar el caudal del Ranchería, la
empresa no usa agua del río, ni de arroyos, para las actividades de extracción
de carbón. En 2022, el 93% del agua que la empresa utilizó para las actividades
de extracción de carbón, casi toda ella para las tareas de control de polvo,
provino de las escorrentías de lluvias que cae por las paredes de los tajos y
llega a los sumideros, que es agua no es
apta para el consumo humano, animal o agrícola.
“En Cerrejón somos conscientes de la importancia del agua
para La Guajira. Por eso somos responsables con el uso de la misma para
asegurar que no afectamos la disponibilidad para las comunidades. Una de las
prioridades del trabajo ambiental de Cerrejón es ayudar a aumentar la oferta
hídrica y, según los datos del IDEAM, eso lo estamos logrando. Además, tan
importante como la disponibilidad está la calidad del agua y los análisis de
laboratorios independientes nos muestran que la calidad del agua del río
Ranchería mejora a su paso por nuestras áreas”, señala Luis Francisco Madriñán,
gerente Ambiental de Cerrejón.
Según el último Estudio Nacional del Agua, publicado por el
IDEAM durante el actual gobierno, los sectores que más agua consumen son
agricultura, hidroenergía, piscícola, doméstico, pecuario y, en el sexto lugar,
el minero. Por su parte, según ese mismo estudio, en La Guajira, los sectores
más demandantes son el agrícola, energía, doméstico y, en una cantidad muy
similar, el minero y el piscícola.
Además, del total de autorizaciones de la cuenca del río
Ranchería otorgadas por Corpoguajira, los sectores que más consumen agua son la
agricultura y la ganadería, los cuales utilizan el 83% del total de la cuenca,
sin contar los distritos de riego.
Con sus prácticas, Cerrejón contribuye al cumplimiento de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible 6: Agua limpia y saneamiento; 11: Ciudades y
comunidades sostenibles; 13: Acción por el clima y 15: Vida de ecosistemas
terrestres, establecidas por la Asamblea General de las Naciones Unidad
(AG-ONU), los cuales buscan garantizar la disponibilidad de agua y su gestión
sostenible, lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y
sostenibles, el saneamiento para todos y adoptar medidas urgentes para combatir
el cambio climático y sus efectos.