El artesano
Zona Vereda es una comunidad que eligió la artesanía desde la
visión de un hombre. En esta comunidad, el sustento, después de muchos otros,
es el arte del tejido y hoy lo lidera Herminio Pana, su autoridad tradicional.
Para Herminio, tejer y aprender sobre esta labor significa
alegría. Ha sido profesor de tejido a lo largo y ancho del departamento y
asegura: “Cuando no hay una mujer que sepa hacer los diseños, hay un hombre, y
por eso es mi felicidad”. En su comunidad, después de cambiar en varios
momentos de actividad de generación de ingresos, pasando por la siembra y cría
de animales, eligieron trabajar con la artesanía: “¿Por qué elegimos trabajar
en esto? Porque es el trabajo que nos va a quedar, porque es el que tenemos, es
el que debemos saber en nuestra mente y en nuestras manos, en todo. No hay otro
trabajo, este que tenemos es el mejor. Debemos enseñarle todo esto a nuestros
hijos, sobrinos, eso es lo que les va a quedar. Es parte de nuestras costumbres
desde que nacemos”, afirma la autoridad.
Zona Vereda tiene algo que los hace únicos, son expertos en
hacer las waireñas, una especie de cotizas que se caracterizan por su tejido y
porque su plantilla está hecha en caucho de llanta: “Lo que hacemos acá y no
hacen en otras comunidades son la waireñas modernas que vendemos a personas de
lejos. Nosotros aprendimos porque nos enseñaron los alijunas, personas no
pertenecientes a la etnia wayuu. A los clientes les decimos que se las podemos
enviar a donde ellos lo necesiten sin importar lo lejos que estén, incluso, si
nos dicen que hay que hacerle arreglos, se les hace”, cuenta Herminio. Sin
embargo, crean también todas las piezas tradicionales. “También hacemos
chinchorros, gazas, mantas con diseños y hacemos mochilas parecidas a las
carteras alijunas y tienen que salir igual, solo que esto se hace con hilo y no
con cuero de vaca. Lo hacemos, no es difícil, y cuando ven una, preguntan
precio, les decimos que 500.000 pesos y la compran porque les gusta y valoran
nuestro arte. Sabemos hacer de todo un poco”.
El artesano de Zona Vereda no teme ser ‘bendito entre las
mujeres’, por el contrario, se siente orgulloso de enseñar a las artesanas de
su comunidad, guiarlas y aprender de ellas, de llevar su cultura a todas partes
y mostrar lo que hacen y, además, demostrar que los hombres también pueden
tejer. Herminio ha recorrido el departamento enseñando el tejido y trabajó en
ello con Cerrejón. Adicionalmente, la empresa ha apoyado a la comunidad con
entrega de conos de hilos y participación en ferias artesanales del país como
Expoartesanías.
Abigail Ipuana, líder de la comunidad y artesana, entre
mochilas colgadas en la enramada de la comunidad con variedad de colores y
significados, mira al horizonte y nos cuenta los sueños de Zona Vereda:
“Queremos superarnos un día, tenemos que hacerlo, es lo que siempre pensamos.
Estamos muy pendientes de todo y cuando vemos algo que queremos, sabemos que
así estaremos algún día. No pensamos en bajar sino en subir siempre”.
Además, cuenta Abigail del esfuerzo que realizan las 32
familias de la comunidad por tejer prendas de calidad, brindar la mejor
experiencia al cliente y a los amigos que va haciendo cada vez que participan
en ferias por fuera de la comunidad: “Siempre estamos pendientes en cambiar la
forma de las mochilas, si es de puntadas o con amarraderas. Queremos hacerlo
bien”. En la comunidad que tiene como autoridad y líder de artesanos a un
hombre, tienen claro quiénes son y a donde pueden llegar.