Nace una estrella del Fútbol Guajiro: Alejandro “Toto” Oñate

 

Nace una estrella del Fútbol
Guajiro: Alejandro “Toto” Oñate

Por: Noralma Peralta

Cuando iba de vacaciones a La
Peña tenía de vecinos a Pepe, Sandra y sus pelaitos, tenía la sensación que en
esa casa y en la mía se jugaba fútbol todo el tiempo, los hijos de ellos y los
hijos de mi sobrina: Carlos y José, y Jorge el hijo de Vira, inundaban el día
de gritos detrás de una pelota;  que me
iba a imaginar en ese momento que el que sacudía las puertas, los bafles, la
ropa tendida en las cuerdas, los canecones de agua potable,  sería hoy la joven  promesa guajira, para el  fútbol colombiano; un goleador que tiene
fuerza en las dos piernas por igual, que ya hace parte de la Sub 20 de
Millonarios, y que tiene solicitud e varios clubes colombianos.

“Desde muy pequeño me ha gustado
jugar fútbol, en el patio de la casa o en la de ustedes, en la cancha del
pueblo, en el colegio, dónde hubiera un balón y alguien con quien jugar  a medida que pasaba el tiempo, en los
partidos  me daban  la oportunidad de  demostrar mi talento,  hasta llegar donde estoy, que es el inicio de
todo lo que he soñado” dice con su sonrisa de niño Alejandro “Toto” Oñate.

Desde los dos años empezó a
patear balón.  En la televisión le
gustaban los muñequitos que jugaban fútbol: Súper Campeones o partidos de
fútbol sobre todo el europeo, de niño su juego favorito era el fútbol, su
regalo favorito un balón, su ropa favorita uniformes de fútbol, el no pedía
ropa normal, siempre pedía uniformes, yo creo que tenía de todos los clubes. Se
bañaba y se colocaba su uniforme, una cachucha y unas chanclas de esas de
padre, no se las quitaba… Es muy disciplinado. 
Un día lo mandé a la tienda dónde “La Iño” su abuela, al ver que se
demoraba salí a ver qué pasaba, lo encontré 
en la cancha jugando,  con su
gorra y sus chanclas debajo del sobaco” cuenta orgullosa Sandra, la mamá de
Alejandro.

“ Si mi mamá un día me pegó,
porque dejé de hacer las tareas por irme a jugar, el dolor de cabeza que yo le
daba a ella era el fútbol, no podía ver balón, porque se me olvidaba el resto,
pero era algo que no podía controlar”. 
Aseguró Alejandro.

Alejandro José Oñate Zúñiga, es
el mayor de esta familia tan bonita.  Nació
en Riohacha, porque me fui a buscar los cuidados y enseñanzas de mi mamá, era
mi primer hijo; a los tres meses nos vinimos, pero nos quedamos dos meses en
San Juan, mientras se tranquilizaban las cosas 
y en el retorno de Uribe nos regresamos a La Peña.  Llegamos a vivir en la casa de María Sierra,
al lado de tu casa. Alejandro estudió desde primero de primaria en La Normal
Superior de San Juan y allá supo que habían escuelas de futbol, y nos pedía que
lo metieramos en una, pero las condiciones económicas no nos daban y se
dificultaba, el tiempo tampoco ayudaba porque salía del colegio a la 1:00 P.M y
lo recogían a la 1:30 o 2:00 P.M. Y había que hacer tareas, no era fácil.  Cuando le explicamos  nos dijo que nos mudaramos pa’ San Juan”
relata Sandra con visible orgullo y más amor, aún.

“El proceso reciente de mi hijo,
fue muy rápido, el año pasado Maira “La Nena” de tía “Bechy” vino a pasar unos
días y se propuso que hiciéramos un campeonato de fútbol entre los pueblos
cercanos, arreglamos todo, confirmamos la Selección La Peña, por supuesto que
mi hijo estaba, siempre es el de los goles. En el campeonato la gente de La
Junta, La Gunita y San Juan nos decían que mi hijo tenía talento que lo
sacáramos a jugar para que lo vieran. Los de Cardenal lo vieron y se lo
llevaron pa’ Riohacha, allá hubo un inconveniente y decidimos que se regresara,
hablando con un hermano de mi esposa, de la decepción que tenía porque no
siguió y se regresaba  sin mostrarse, se
acordaron de “Pitoco” un amigo que se movía en el mundo del deporte, se
hicieron los contactos y “Pitoco” le dijo tráigamelo el domingo al estadio para
probarlo. Había un partido lo metieron en el segundo tiempo e hizo 2 goles y
puso a ganar el equipo, jugo los 3 partidos que faltaban del torneo y quedó como
goleador. Allí lo vieron varios que se interesaron en él, entre ellos  el profe Jorge de Oro Negro, el club de
Albania. El  le habló a los directivos
del talento de Alejandro y quisieron tenerlo. Mi hijo quería jugar el torneo
con la Selección Guajira y el que los convocaba era de los directivos de Oro
Negro, nos dijo que quería a “Toto” en la selección, pero q para poder estar
debía pertenecer a un club y que si estaba en Oro Negro era más fácil. A los
dos días llevamos los documentos y era parte de Oro Negro.   Se fue a Jugar el torneo con la Selección en
Valledupar y allí un Caza Talentos de Millonarios Fútbol Club, Edgard Moreno,
lo vió  y lo presentó al Club”. Me cuenta
Emilio Oñate, Papá de Alejandro.

“Si el torneo con la selección
Guajira en Valledupar empezó el 12 de mayo, el 24 de mayo ya estaba en Bogotá y
el 25 empecé a entrenar.  En un partido
de entrenamiento ya marqué 2 goles, aquí todos están contentos, y el 11 inicio
un torneo, con la sub 20, gracias a Dios”

Alejandro “Toto” Oñate tiene 16 años
y sueña con ponerse la camiseta  de la
selección Colombia representar a su país, Hacer muchos goles y ganar La Copa
América, un Mundial. También sueña colocarse la camiseta del Real Madrid su
equipo favorito.

Mientras camina bajo cielos
abiertos, extrañando el poblado, a los viejos, la novia, los amigos, Alejandro
se determina con disciplina a avanzar sin límites,  sabiendo que el  talento que Dios le dio lo llevará a conquistar
más de lo que ha soñado.

“Se que un día Dios me permitirá
llenarlos a todos de orgullo y recompensar tanto amor y fe en mi”. Finaliza
diciendo “Toto”.

 

 

 

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