La organización comunitaria, un aspecto clave para el fortalecimiento de la seguridad y soberanía alimentaria

 

La
organización comunitaria, un aspecto clave para el fortalecimiento de la
seguridad y soberanía alimentaria



En Sempegua, un
corregimiento a 20 minutos de Chimichagua en el departamento del Cesar, se
encuentra el Consejo Comunitario Afrodescendiente Amada Cabas Gutierrez, que
recoge al menos unas 400 familias que tienen como actividad económica principal
la pesca, quienes adentrándose a la Ciénaga de la Zapatosa logran el consumo y
la venta de estos animales; como bien lo menciona en una de sus canciones
Andres Cadena, un reconocido cantador y sabedor tradicional del Consejo
Comunitario “¡Canto por mi Zapatosa! ¡Vivimos de la Zapatosa!.

Sin embargo esto no les
es suficiente para lograr garantizar una alimentación variada y balanceada en
sus mesas, algunos de sus habitantes refieren que tienen que realizar diversas
actividades informales extenuantes para alimentar a sus familias, a  esto se suman las dificultades para acceder
al agua potable, a la energía, a las comunicaciones telefónicas y de internet,
así como las reducidas oportunidades para emplearse formalmente y  para que los jóvenes puedan acceder a
educación media y superior de calidad, situaciones que se agudizaron debido al
Covid-19. 

En medio de todas estas
situaciones los habitantes de Sempegua se caracterizan por la unión,
organización y resiliencia comunitaria, que les ha permitido gestionar su
desarrollo social, de forma paulatina con diversos actores regionales y
nacionales en su territorio

Instituciones como la
Corporación colombiana de investigación agropecuaria – AGROSAVIA, desde su
Centro de Investigación Motilonia y la Universidad Nacional, se aliaron en el
año 2019 para buscar estrategias que, mediante la investigación aplicada, le
permitan a las comunidades como Sempegua, el fortalecimiento de herramientas
colectivas que conlleven a una emancipación comunitaria.

En este corregimiento
se realizó durante tres días el inicio de la siembra de una parcela productiva,
la cual hace parte de las actividades de campo del proyecto  interinstitucional ejecutado por AGROSAVIA y
la Universidad Nacional sobre “Construcción Participativa de Estrategias de
Seguridad y Soberanìa Alimentaria en Consejos Comunitarios del Cesar”,  que busca fortalecer la seguridad y soberanía
alimentaria de sus habitantes, principalmente variando y ampliando el acceso a
la oferta de alimentos que en la zona se presenta.

“La actividad se llevó
a cabo con una  alta participación de la
comunidad donde se involucraron reconocidos líderes de la población, madres con
sus hijos, hombres y mujeres jóvenes, quienes a su vez realizaron la Danza de
la Siembra, que es una muestra cultural que busca preservar y rescatar las
tradiciones de nuestra tierra, ya que nuestros abuelos nos cuentan que esta
siempre ha sido tierra pesquera, aunque también tenían en sus casas patios
productivos de plantas maderables, alimenticias y medicinales. Lamentablemente
nosotros los jóvenes de Sempegua no hemos mostrado el suficiente interés por el
conocimiento de nuestra cultura ancestral ni por las actividades agropecuarias
que forman parte de nuestra historia, lo que ha conducido a que se vayan
perdiendo con el tiempo, por lo tanto nos hemos visto motivados a rescatarlas a
través de esta danza, que busca expresar lo que vivían y hacían nuestros
antepasados en las labores de la tierra”, declaró Fabricio Mendez Gutierrez,
joven afrocolombiano líder de la localidad e integrante de la casa de la
cultura

Cesar Forero Camacho,
investigador master de AGROSAVIA expresa que “de manera concertada con las
comunidades y después de un proceso de construcción de un diseño multiestratos
y biodinámico se hizo el encerramiento, limpieza, preparación y siembra de
especies como el Frijol Biofortificado Agrosavia Rojo 43, Sorgo Forrajero
JJT-18, Batata Aurora, Patilla Afrodita y Berenjena Agrosavia C015, ofertas
tecnológicas de AGROSAVIA, como también especies locales y medicinas
tradicionales de esta zona del país. Esta huerta se presenta como un espacio de
aprendizaje en doble vía, donde los productores nos enseñan sus formas de
cultivar y nosotros refinamos algunas de esas prácticas para generar mejores
resultados que redunden en la seguridad y soberanía alimentaria de esta
población afrodescendiente, quienes en la actualidad están comprando muchos
alimentos que ellos mismos pueden producir. El enfoque de esta huerta será
agroecológico, entendiendo que, en una siembra a mayor escala, el manejo debe
ser muy asertivo, práctico y fiable frente a un manejo convencional.
Finalmente, este espacio es también un espacio de compartir dos culturas que
desde nuestro equipo técnico definimos como compatibles en su totalidad”.

Por su parte Juan
Sebastian Valencia, Trabajador Social y profesional de apoyo a la investigación
de Agrosavia, considera que “el sector agropecuario Colombiano tiene una
historia intangible valiosa, que es necesaria conocer, comprender y visibilizar
para con ello generar esfuerzos de innovación que aporten significativamente al
bienestar y la organización comunitaria. En esta siembra también nos permitimos
identificar la cronología agropecuaria ancestral, la cual es necesaria empoderar
por parte de sus jóvenes y de las mujeres rurales”.

AGROSAVIA y la
Universidad Nacional buscan ampliar su actuar en el territorio invitando a
otros actores regionales a vincularse para fortalecer la proyección de la
segunda fase del proyecto, porque consideran que el beneficio que las
comunidades reciben a través de la ejecución de estos proyectos se traduce en
un verdadero desarrollo que es más que necesario para varias poblaciones del
Cesar que se encuentran en similares condiciones.

 

 

 

 

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