¿Hasta cuándo?

 

¿Hasta
cuándo?



Una de las preguntas
que nos estamos haciendo en Cerrejón desde hace varios días es ¿hasta cuándo?

La pregunta surge por
la situación que estamos viviendo en la última semana como consecuencia del
bloqueo a la línea férrea. Un hecho que se ha venido repitiendo de manera
constante en los últimos meses, casi en forma diaria estamos sufriendo por
potenciales bloqueos a la línea férrea.

Varios líderes
comunitarios, molestos por los nuevos procesos implementados por el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para la selección de los operadores de
los múltiples programas sociales que ejecuta este Instituto, decidieron tomarse
la vía férrea el pasado 1 de febrero y cortar el recorrido que los trenes de
Cerrejón realizan a diario entre la mina y Puerto Bolívar. Bloquearon todas las
vías de acceso al casco urbano de Uribia.

Esta situación plantea
un conflicto entre dos principios fundamentales. Por un lado, la obligación del
Estado de cumplir sus responsabilidades a través de procesos de contratación
pública. Por el otro, el derecho fundamental de las comunidades indígenas a su
propia autonomía. Es un tema complicado en el que no le corresponde a Cerrejón
decidir ante esta ponderación de derecho. Pero tampoco debe sufrir las
consecuencias de esta disyuntiva y asumir tanto las pérdidas financieras como
el grave daño a la reputación por no poder entregar carbón a los clientes
internacionales.

Esta situación la
vivimos hoy. Si no hacemos nada, mañana vendrán nuevas protestas con otros
protagonistas, pero el medio de presión será el mismo: el bloqueo de la línea
férrea de la Compañía.

Es posible que haya
personas que piensen “¿y a mi qué? Eso no me afecta”. Ante eso, les puedo decir
que esta inseguridad institucional, que se suma a la jurídica, tiene un impacto
directo en la credibilidad del país como un competidor serio en el mercado
internacional de cualquier producto y tiene un impacto directo en la capacidad
del país para atraer inversión extranjera.

¿Qué debería pasaA las
comunidades les pedimos que, si quieren la ayuda de Cerrejón, no recurran a las
vías de hecho como el bloqueo.

A las autoridades les
pedimos que ejerzan sus competencias como responsables en la solución de los
conflictos.

En Cerrejón tenemos la
firme disposición de ayudar a las comunidades, pero no podemos seguir siendo el
medio que se utiliza para llamar la atención del Gobierno sobre situaciones que
nada tienen que ver con la empresa. Si la compañía no opera, perdemos todos,
comenzando por La Guajira y sus comunidades. Las vías de hecho, como los
bloqueos a la línea férrea, no pueden ser la solución para resolver los conflictos
o diferencias, y menos cuando se está perjudicando a una empresa que ha
demostrado en todo momento su compromiso para seguir apoyando al departamento.
El compromiso para asegurar la sostenibilidad de Cerrejón es de todos.

Claudia Bejarano

Presidenta de Cerrejón

 

 

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