¡ El río
Cesar se muere de sed ¡ Ya no es el que enamorado acariciaba la piel de la Sanjuanerita.
Por: Wilmer Frias
Guavita.
El río Cesar se muere
de sed. Ya no es el mismo torrente que cantaba a la vida sobre el lomo de sus ondas,
ni el que enamorado acariciaba la piel de la sanjuanerita cuando a su playa
llegaba para después bañarse en sus aguas. Ahora es solo un hilillo sin voz que
murmura lamentos agónicos , gemidos de dolor o gritos de maldición a la obra
insensata de los hombres .
Primero su caudal
viajaba alegre y libre rumbo a su destino Zapatosa a confundirse con las
caracolas lejanas del mar . O a veces caminaba en espiral voluptuoso y rítmico
formando remanso donde se copiaba la imagen de la fronda o el azul tornasolado
del cielo . Seguía su tránsito cabalgando sobre ondeaje de espumas ansioso de
enchir su caudal y gozoso de hacerlo con el flujo de quebradas y torrentes que
bajaban en coro de sinfonía por entre breñas,
trayendo un mensaje de frescura y color con voz santificada de esperanza
. Y de pronto se precipitaba temerario por los abismos sin fondo en lánguido
estruendo para darle fisonomía a la cascada o salto que en vapores hervía sobre
los fogones de CURRAMBA , después se diluía en el aire en copos y madeja o
manto sutil para cubrir la desnudez de la atmósfera en un paréntesis fascinante
de embrujos.
Ya no alienta el
cristal del remanso …ya a su paso no terminan las aves en el verde universo
su canto de libertad extraídos del pentagrama
de sus garganticas elementales y sonoras ….ya no enloquece el viento
al posarse sobre la vegetación en banderolas verde- clara , ni crecen lianas ni
líquenes ni algas sobre la pizarra de las peñas …el hombre se encargó de
asesinar los gérmenes que dan vida, para
crear desolación, erial y yermo ……