
Ante las nuevas infamias que han circulado en las últimas horas, en las que se me pretende involucrar (sin una sola prueba) con hechos delictivos y organizaciones criminales, me veo en la obligación de pronunciarme con total claridad y firmeza.
Rechazo categóricamente estas versiones malintencionadas. No existe ninguna prueba fehaciente que pueda demostrar mi vínculo con estos grupos ilegales. Lo único que se presenta es un supuesto mensaje de WhatsApp, dicho por un delincuente usando mi nombre para darse importancia frente a otros delincuentes.
Jamás en la vida he visto a ese personaje. Pretender convertir eso en un hecho es una irresponsabilidad y un acto de mala fe que busca afectar mi nombre, mi integridad y mi compromiso con el pueblo colombiano.
Mi campaña fue genuina, transparente y respaldada por miles de colombianas y colombianos que creyeron en un cambio. Jamás he recibido apoyo de criminales. Jamás me he reunido con criminales. Jamás me prestaré para ningún pacto oscuro. Quien afirme lo contrario debe demostrarlo ante la justicia.
A los medios de comunicación y líderes de opinión les pido actuar con responsabilidad. No amplifiquen mentiras. Verifiquen la información antes de convertir rumores en titulares. El país merece un periodismo serio, no un eco de calumnias que pone en riesgo la dignidad y la integridad física y moral de las personas.
A Colombia le digo que sigo con el corazón bien puesto, con el que me vieron en las calles sembrando esperanza por un cambio. Seguimos firmes hasta que la dignidad se haga costumbre.
Francia Elena Márquez Mina
Vicepresidenta de la República