San Juan del Cesar: Transito SI, pero no Así.

Por: Hugues Gámez Gámez

El papel del alcalde de San Juan del Cesar, Enrrique Camilo Urbina Suarez, como de cualquier otro municipio, debe ser dirigido hacia el servicio a la comunidad, por su condición de haber sido elegido en un proceso democrático para atender las necesidades de la ciudadanía, pero, sin embargo, han surgido recientemente tensiones que hacen percibir que el alcalde está favoreciendo intereses privados o particulares por encima del bienestar colectivo, “entre un tránsito privado o la comunidad”, definitivamente lo más importante para la democracia es que no existan grandes fortunas en manos de pocos.

El alcalde de San Juan del Cesar, Enrique Camilo Urbina Suárez, gestionó ante el concejo municipal un tema supremamente controvertido relacionado con el tránsito, el mandatario local propuso una regulación sobre el uso de vehículos en el municipio que generó tensiones entre los transportadores y la comunidad, sin previa socialización con sus gobernados, Sin embargo, luego de la fuerte oposición del pueblo, decidió retirar el proyecto para reformularlo, pero  buscando soluciones que satisfagan los intereses privados, sin darle prioridad al interés público, cuando en plena campaña manifestaba que sus decisiones serian dirigidas hacia el mejoramiento de la  calidad de vida de la comunidad, para buscar el bien común.

La iniciativa de establecer una nueva autoridad de tránsito en San Juan del Cesar, generó en ipso facto, rechazo en todos los sectores de la comunidad debido a los probables impactos negativos y demás implicaciones, a pesar de que las autoridades locales sostienen  que el proyecto busca mejorar la regulación y el orden vial en la zona urbana, la comunidad opositora  considera que no se han abordado adecuadamente las necesidades específicas ni se ha garantizado la participación comunitaria en el diseño del proyecto, es que todas las comunidades se dividen en los pocos y los muchos, los pocos son los ricos y los muchos son la masa del pueblo.

El señor alcalde debe entender que la decisión entre un tránsito privado o público para San Juan del Cesar, es dependiente de las necesidades existentes en la comunidad, la capacidad de gestión administrativa del alcalde y los objetivos propuestos para el desarrollo del municipio, pero en los negocios no existen las comunidades sino los clientes.

Un tránsito Público favorece más a la comunidad que un tránsito privado, brinda mayor control y regulación, promociona el desarrollo municipal, genera empleos directos, prioriza las necesidades del área urbana, es de menor costo para la comunidad y permite que el ciudadano se adapte ligeramente, garantiza la aplicación de las normas de manera transparente, es sano decirle señor alcalde, que no haga nunca caso alguno, a la opinión de un minoritario grupo bursátil, tenga su propio criterio y sígalo, si se equivoca que sea por usted mismo y no por culpa de los demás.

El señor alcalde tiene la última palabra, o sigue el matrimonio con el pueblo que lo eligió, o por el contrario se divorcia y se casa con el reducido número de amigos interesados en hacer la inversión para disfrutar de las mieles del poder durante 29 años, pues dice el viejo aforismo que, ante el capitalismo sin freno, las fuerzas políticas dan muestras de más debilidad que de fuerza.

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